Email: [email protected]
El proceso de extrusión comienza con una mezcla de masa, compuesta de harina y agua de trigo de sémola o durum. El contenido de humedad en esta etapa juega un papel fundamental en el logro de la textura y la forma de la pasta deseadas. Si el contenido de humedad es demasiado alto o demasiado bajo, puede causar problemas como extrusión desigual, masa pegajosa o grietas en las formas de pasta. Para lograr una extrusión óptima, la línea de producción controla con precisión la relación de agua con la harina, asegurando que caiga dentro del rango recomendado para el tipo específico de pasta. Esto es esencial para prevenir las deformidades, mantener la consistencia en la forma y garantizar que la pasta sea viable durante la fase de conformación.
Antes de que la pasta ingrese a la cámara de secado, sufre un breve proceso de secado para ajustar su contenido de humedad. Este paso es crucial para garantizar que la pasta no absorba la humedad de manera desigual durante el proceso de secado completo. En esta fase, la pasta está expuesta al flujo de aire controlado, lo que ayuda a reducir la humedad de la superficie sin hacer que se vuelva demasiado seca. Este paso de secado inicial permite la distribución uniforme de la humedad dentro de la pasta, asegurando que la pasta retiene la textura adecuada y evita problemas como el secado desigual, el agrietamiento o la división. La etapa previa al secado es cuidadosamente cronometrada y monitoreada para evitar el exceso de secado, lo que podría resultar en la fragilidad o la falta de secado, lo que podría hacer que la pasta se vuelva demasiado suave o susceptible al deterioro.
Durante esta etapa, la pasta está sujeta a temperaturas controladas, que aumentan gradualmente sobre múltiples fases de secado. La temperatura de secado se mantiene entre 60 ° C y 80 ° C (140 ° F a 175 ° F), dependiendo del tipo y el grosor de la pasta. Esta aplicación de calor gradual permite que la pasta se seque de manera uniforme y evita que las capas externas se sequen demasiado rápido, lo que podría provocar grietas o endurecimiento prematuro. El sistema de secado en varias etapas asegura que la humedad se distribuya uniformemente en toda la pasta, evitando áreas de ins-secado o sobre secado. Al controlar el aumento de la temperatura, la pasta puede retener su estructura y lograr la consistencia óptima para la cocción y el almacenamiento.
Incluso la distribución de calor y el flujo de aire son factores críticos para mantener condiciones de secado uniforme a lo largo de la línea de producción de pasta. En la cámara de secado, los ventiladores circulan aire para garantizar un flujo de aire constante alrededor de cada pieza de pasta. Esto evita que el sobrecalentamiento localizado, asegurando que ninguna parte de la pasta se vuelva excesivamente seca, mientras que otras áreas permanecen húmedas. El flujo de aire también ayuda a la evaporación incluso de la humedad, evitando que cualquier sección de la pasta absorba la humedad demasiado rápido, lo que podría conducir a una textura desigual. El control de humedad es clave durante la fase de secado. Mantener la humedad correcta asegura que la pasta no absorba la humedad del medio ambiente o se seque demasiado rápidamente. La mayoría de las líneas de producción de pasta avanzadas están equipadas con sensores que monitorean y ajustan continuamente la temperatura y la humedad en la cámara de secado, asegurando que las condiciones sigan siendo óptimas para una calidad consistente.
A lo largo del proceso de secado, el contenido de humedad de la pasta se monitorea regularmente para garantizar que caiga dentro del rango ideal para una larga vida útil y una textura óptima. Los sensores automatizados o las técnicas de muestreo manual se utilizan para verificar los niveles de humedad en varias etapas de secado. El objetivo es reducir el contenido de humedad de la pasta a alrededor del 10-12% para prevenir el crecimiento bacteriano y la formación de moho, al tiempo que se garantiza que la pasta retenga su integridad estructural. Si el contenido de humedad excede este objetivo, los ajustes se realizan controlando el tiempo de secado, el flujo de aire o la temperatura. Por el contrario, si la pasta se seca en exceso, puede volverse frágil o frágil, lo cual no es deseable tanto para el almacenamiento como para la cocción. En algunos sistemas avanzados, los ajustes en tiempo real se realizan automáticamente mediante sistemas de control de humedad, que regulan los parámetros de secado en función de la retroalimentación del sensor para mantener niveles de humedad consistentes.