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Al final de cada ciclo de producción, se sigue un protocolo de limpieza de rutina para eliminar cualquier material residual, incluidos aceites, condimentos y restos de fideos, de todas las partes del línea de montaje . Por lo general, esto implica lavar la maquinaria con agua caliente y detergentes aptos para alimentos para descomponer y eliminar la grasa, los almidones y cualquier partícula de harina que pueda adherirse a las superficies del equipo. Componentes como freidoras, cintas transportadoras, cortadores de fideos, batidoras y aplicadores de condimentos se limpian meticulosamente para garantizar que no existan riesgos de contaminación cruzada. Se utiliza agua a alta temperatura para desinfectar las superficies que entran en contacto directo con los fideos para evitar el crecimiento microbiano.
Para garantizar una higiene y un saneamiento integrales, se lleva a cabo un procedimiento de limpieza profunda más extenso a intervalos regulares, generalmente semanal o quincenal. Este proceso implica el desmontaje de piezas importantes del equipo, incluidas freidoras, transportadores y alimentadores de ingredientes, para acceder a áreas que pueden ser difíciles de alcanzar con los métodos de limpieza normales. Se emplean agentes de limpieza industriales especializados para eliminar los residuos acumulados, mientras que ciertos equipos pueden remojarse o limpiarse mediante sistemas de lavado a alta presión.
Luego de los pasos iniciales de limpieza, el equipo pasa por un proceso de higienización. Esto implica aplicar desinfectantes aptos para alimentos en todas las superficies que entran en contacto directo con los fideos, el aceite o los ingredientes. Estos desinfectantes están formulados para matar un amplio espectro de bacterias, moho y virus, sin dejar de ser seguros para la producción de alimentos. El proceso de desinfección también se extiende a superficies como tolvas, mezcladoras y aplicadores de condimentos, que pueden albergar microorganismos. El uso de desinfectantes garantiza que se neutralicen todos los patógenos potencialmente dañinos, manteniendo los estándares de seguridad alimentaria.
El aceite para freír utilizado en el proceso de elaboración está sujeto a altas temperaturas, lo que provoca que se degrade con el tiempo. Para mantener la calidad del aceite y evitar la transferencia de sabores o contaminantes entre lotes, se emplea un proceso de filtración de aceite regular. El sistema de filtración funciona para eliminar partículas sólidas, restos de comida y otras impurezas que podrían afectar el sabor o la calidad de los fideos. En algunas líneas de producción, los sistemas de filtración de aceite funcionan continuamente durante todo el ciclo de producción para garantizar condiciones óptimas de fritura. Si el aceite alcanza un cierto umbral de degradación, se reemplaza por completo, lo que reduce el riesgo de contaminación cruzada por aceite viejo o estropeado.
Para los fabricantes que producen múltiples tipos de fideos instantáneos o variaciones en los perfiles de sabor, es una práctica común designar equipos específicos para productos particulares. Esto podría incluir freidoras independientes, aplicadores de condimentos o equipos para mezclar para diferentes tipos de fideos o recetas. Al hacerlo, los fabricantes pueden evitar la contaminación cruzada de sabores entre diferentes líneas de productos. En las instalaciones que producen fideos con sabores (por ejemplo, pollo, ternera o vegetarianos), el equipo dedicado garantiza que ningún residuo de un sabor se mezcle con otros, preservando la integridad y el sabor de cada producto.
Los riesgos de contaminación cruzada se extienden más allá de los propios fideos y también pueden involucrar ingredientes y condimentos. Para mitigar estos riesgos, cada lote de condimento se manipula por separado y la maquinaria de aplicación del condimento se limpia minuciosamente entre diferentes tiradas del producto. Esto es especialmente importante al cambiar entre sabores o recetas. Los procedimientos de almacenamiento y manipulación también están estructurados para evitar cualquier mezcla de ingredientes de diferentes lotes. Las tolvas, mezcladores y aplicadores de condimentos se limpian para garantizar que no queden condimentos residuales de lotes anteriores, que podrían alterar el perfil de sabor de la producción actual.